Errores de seguridad en obra (y cómo evitarlos)
Seguridad en obra: problema mundial
En las estadísticas de la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO) de 2022 apareció un dato importante pero para nada sorprendente: el 19% de los accidentes laborales ocurren dentro de la industria de la construcción. En Chile, las obras son un foco de concentración de materiales, máquinas pesadas y trabajadores; un mínimo tropiezo y mal movimiento puede ser fatal.
Esto no es particular de Chile: en cada país, la tasa de accidentes dentro de la industria de la construcción son elevadas a comparación de otros. ¿Por qué ocurre esto así?
En realidad, los accidentes en esta industria son más propensos debido a que los errores suelen repetirse (y no solucionarse) de manera continua. Veamos cuáles son:
¿Qué tipos de riesgo existen en la obra y cómo evitarlos?
Riesgos físicos
Hablamos de riesgos físicos cuando los accidentes involucran la integridad de los trabajadores. Esto ocurre principalmente por falta de protección de equipo personal, ya sea cascos, gorras, gafas, protectores auditivos, guantes, arnés o botas.
Al hablar de vestimentas para la construcción, debemos analizar todo un mundo que ya vimos en uno de nuestros blogs anteriores. Sin embargo, estos problemas se solucionan con un buen mantenimiento del equipo de trabajo y una protección adecuada (según la faena) de cada trabajador.
Riesgos psicológicos y psicosociales
Los riesgos psicosociales y psicológicos son aquellos que involucran el deterioro del trabajador durante la jornada laboral.
Ya sea que trabaje de forma ininterrumpida durante muchas horas o que deba prestar atención continuamente durante un tiempo determinados para la ejecución de un proceso clavo, el sentimiento de malestar y presión ejercida hacia los operadores es un factor importante a la hora de analizar las causas de los accidentes.
Dentro de los riesgos psicológicos y psicosociales, encontramos:
- La presión por los plazos de entrega;
- Los trabajos complejos sin una supervisión y entrenamiento adecuados;
- Las jornadas largas de trabajo;
- La falta de pausas para almorzar;
- La falta de capacitación a los trabajadores;
- El exceso de confianza;
- Comunicación deficiente (lo que produce malentendidos).
La falta de capacitación es un tópico común dentro de la construcción. Sin embargo, para evitar accidentes, debemos capacitar a los operadores y no esperar de ellos un manejo intuitivo. Además, cada entrenamiento debe venir acompañado con una comunicación eficiente sobre las salidas de emergencia y las formas de precaución.
Por otro lado, el exceso de confianza en uno mismo también puede ser perjudicial. El realizar una maniobra durante años puede darnos la seguridad que hacemos las cosas bien. Sin embargo, con la confianza también viene la falta de atención.
Es así como operadores que manejan una misma máquina durante años se encuentran envueltos en un accidente con dicho dispositivo.
Por otro lado, nos encontramos con la comunicación deficiente. Es decir, cuando no dejamos en claro qué es lo que esperamos de los demás y, por lo tanto, los operadores no saben cómo reaccionar cuando hay una emergencia.
Los malos entendidos y los accidentes comunicacionales se resuelven de una sola manera: hablando. Solo a través de un canal abierto donde cada uno pueda expresar sus dudas se logrará evitar ciertos errores.
Riesgos espaciales
Si bien este tipo de riesgo podría relacionarse con los físicos, en este caso hablamos de aquellos accidentes que ocurren por falta de estructura seguracional adecuada. Si leemos el blog sobre la seguridad ocupacional en obra, entenderemos que se trata de algunas protecciones básicas.
Por ejemplo, las protecciones en bordes, la falta de señalización, la falta de barreras de seguridad y las condiciones de trabajo inseguras en general, hablan más de un espacio mal programado que de un accidente por falta de protección personal.
Siempre debemos asegurarnos de que los andamios estén estables, que el área no esté desordenada y que no haya cables sueltos.
Riesgos químicos y biológicos
Aquí abordaremos aquellos riesgos relacionados con productos químicos y el encuentro con seres vivos que produzcan accidentes (tanto enfermedades como problemas de higiene).
Entre los productos químicos, encontramos el hormigón, el yeso, la pintura, entre otros. Son sustancias que cumplen una función determinada, pero que usualmente no se conoce su capacidad de provocar accidentes. Ya sea por intoxicación o por mal maniobra de estos productos.
En las obras se utilizan gran cantidad de productos químicos, de los que no se valora o conoce su peligrosidad, con lo que difícilmente se adoptarán medidas preventivas para paliar los posibles efectos adversos y evitar, así, accidentes en la construcción.
Tenemos como ejemplo los disolventes, desencofrantes, hormigón, cemento, yeso y pinturas.
¿A qué nos referimos exactamente cuando hablamos de riesgos biológicos? Aquellas plantas, reptiles, aves, insectos, bacterias y virus que pueden presentarse a partir de falta de medidas de seguridad e higiene.
Las bacterias y los virus aparecen cuando los operadores se exponen a ciertas temperaturas o condiciones climatológicas, accidentes como raspaduras y cortes, sin un botiquín de seguridad. Es importante en estos casos contar con una guía de primeros auxilios.
Por otro lado, la falta de higiene y limpieza provocará que se acerquen ciertos animales a la construcción, como ratas y aves. Esto empeorará las condiciones laborales y aumentará la propensión a enfermedades.
Debemos considerar cada aspecto de la obra, ya sean factores sociales o económicos, para crear un ambiente seguro y protegido. Es así como lograremos optimizar los tiempos de trabajo y evitar problemas a futuro.
En Maquinaria Carrán, brindamos servicios de arriendo de maquinaria pesada, junto con operadores especializados en cada dispositivo y, a su vez, en medidas de seguridad pertinentes para evitar problemas en la obra. Ante cualquier duda, ¡comunícate con nosotros!