Hechos acerca de la contaminación por bolsas de plástico

Cada año se utilizan en el mundo unos 500.000 millones de bolsas de plástico. Esto significa que son muchas bolsas. Tantas, que se utilizan más de un millón de bolsas por minuto y que están dañando nuestro medio ambiente. Las grandes cifras pueden ser desalentadoras, así que vamos a decirlo de otra manera. Cada hombre, mujer y niño del planeta utiliza 83 bolsas de plástico al año. Eso supone una bolsa por persona cada cuatro días y medio. De esos 500.000 millones de bolsas, 100.000 millones se consumen sólo en Estados Unidos. En Chile, se estima que antes de la Ley 21.100, se usaban 3.400 millones de bolsas plásticas al año, lo que equivale a un consumo de 200 bolsas anuales por persona (MMA, 2019).

En Maquinaria Carrán, somos parte de la industria de la maquinaria pesada, arrendamos vehículos para construcciones importantes y sabemos las consecuencias de esta industria en el medioambiente, como también explayamos en este blog. Por eso mismo, queremos promover una mejor tecnología, enfocada en la sostenibilidad, para que la construcción de edificios no esté atada a la destrucción del medioambiente. Así, como también promovemos el conocimiento sobre los 7 tipos de energía renovables y las ventajas del biodiésel por sobre el petrodiésel, también traemos este blog sobre el daño de las bolsas de plástico.

Contaminación 

Las bolsas de plástico son difíciles y costosas de reciclar y la mayoría acaban en vertederos donde tardan unos 300 años en biodegradarse. Se descomponen en diminutas partículas tóxicas que contaminan el suelo y los cursos de agua y entran en la cadena alimentaria cuando los animales las ingieren accidentalmente. Pero los problemas que rodean a las bolsas de plástico de desecho comienzan mucho antes de que se biodegraden.

Nuestro planeta está cada vez más contaminado por el uso innecesario de bolsas de plástico. Las grandes bolsas de basura negras, las bolsas de plástico con logotipos publicitarios, las bolsas transparentes usadas como envoltorios y otras muchas formas están contaminando nuestro entorno. Son ligeras, manejables y fáciles de desechar. Demasiado fáciles de desechar. Mientras que en los años 60 y 70 apenas se encontraban, su uso ha aumentado de forma alarmante desde que se popularizaron en los años 80. Basta con echar un vistazo a tu alrededor.

Se pueden ver bolsas de plástico colgando de las ramas de los árboles, volando en el aire en los días de viento, instaladas entre los arbustos y flotando en los ríos. Obstruyen los canalones y desagües, provocando el desbordamiento del agua y las aguas residuales y convirtiéndose en caldo de cultivo de gérmenes y bacterias que causan enfermedades. Además de las famosas 8 formas de reducir la contaminación en exteriores, también hay que agregar el uso de bolsas de tela reciclables.

Peligros para la vida marina

Mención especial recibe el problema de la contaminación marina.

Las bolsas de plástico figuran ahora entre los 12 residuos más frecuentes en las costas, desde Spitzbergen en el norte hasta las Malvinas en el sur del planeta. Una tortuga muerta con una bolsa de plástico colgando de la boca no es un espectáculo agradable, pero confundir las bolsas de plástico con comida es algo habitual entre los animales marinos. El plástico obstruye sus intestinos y les provoca una lenta inanición. Otros se enredan en ellas y se ahogan. Como las bolsas de plástico tardan cientos de años en descomponerse, cada año nuestros mares se convierten en el “hogar” de más y más bolsas que llegan hasta allí a través de nuestras alcantarillas y vías fluviales.

Cada bolsa que es arrastrada por el desagüe durante las lluvias acaba en el mar; cada bolsa que se tira por el inodoro (eso hacen con muchas bolsas pequeñas) acaba en el mar; cada bolsa que es arrastrada por el viento a un río, muy probablemente acabará en el mar. Si a esto le añadimos las enormes cantidades de energía que se utilizan cada año para fabricar estas bolsas, no es de extrañar que se presione a los gobiernos para que hagan cambios y a los consumidores para que se replanteen su actitud.  

No todo está perdido

Si te niegas a utilizar bolsas de plástico, puedes marcar una gran diferencia en el problema de la contaminación. Recuerda que cada persona utiliza unas 83 bolsas al año. Si hay cuatro personas en tu familia, eso supone 332 bolsas de plástico menos al año. Son 332 bolsas menos que: 

• Liberan toxinas en las aguas subterráneas de los vertederos
• Permanecen en el medio ambiente durante cientos de años mientras se descomponen
• Entran en la cadena alimentaria a través de los animales que ingieren pequeñas partículas de plástico
• Desperdician energía durante el proceso de fabricación 
• Matan a alguno de los 100.000 animales marinos que se calcula que mueren cada año por la contaminación de plástico

Estos son factores de gran importancia que afectan profundamente a nuestro medio ambiente y a las criaturas con las que compartimos el planeta. ¿Debemos anteponer nuestras necesidades egoístas a las de todo lo que nos rodea ahora y a las vidas de las generaciones futuras? Esa es tu decisión.