Un recorrido por la famosa Casa Milà (La Pedrera)

Si observan cuidadosamente, Casa Milà no tiene ángulos rectos.

Casa Milà es el último edificio diseñado por el genial arquitecto Antoni Gaudí, antes de dedicarse por completo a la construcción de la Sagrada Familia. Este  edificio residencial está situado en el barrio del Eixample (Ensanche en español) y es uno de los edificios más famosos e impresionantes del Modernismo.

Ya hablamos del Guggenheim Bilbao y del Barbican Centre en nuestros blog sobre obras impresionantes de la humanidad, ¡era hora de que le toque a la famosa Casa Milà!

La Casa de la Pedrera

“La Pedrera” se traduce como “casa de la cantera”. Casa Milà recibió este apodo debido a su inusual construcción. Las grandes losas de piedra de la fachada se fijaron primero y luego los canteros comenzaron a trabajar en ellas.

La fachada de la casa parece una roca maciza, interrumpida sólo por líneas onduladas y adornos de hierro. La piedra brillante y la fachada incolora de este edificio lo distinguen de las demás obras de Gaudí ya que tiene un aspecto muy expresionista. La casa consta de dos componentes, que sólo están conectados por la fachada, la planta baja y el tejado. Cada uno de ellos tiene su propio patio y entrada.

La fachada curva es un ejemplo único de arquitectura orgánica. Contrasta, por ejemplo, con la Casa Batllò, que ostenta una fachada colorida y lúdica. Gaudí se enfocó deliberadamente en el diseño del edificio, utilizó muy poca pintura y dejó los materiales al natural.

La ciudad de Barcelona declaró a Casa Milà como obra de arte arquitectónica inmediatamente después de terminarla. Como primer edificio del siglo XX, Casa Milà fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984.

Visitemos el interior de Casa Milá

La construcción del interior también fue desarrollada con un estilo revolucionario para la época. La casa cuenta con un sistema de ventilación natural que hace innecesario el aire acondicionado. Los planes de Gaudí también incluían un ascensor, pero no se incorporó a la casa hasta mucho tiempo después.

Los colores y las formas naturales y redondas decoran los patios y las escaleras que conducen a las entradas de los departamentos serpentean a lo largo de las paredes.

Gaudí diseñó la Casa Milà exclusivamente con formas naturales, de modo que casi no existen ángulos rectos en ninguna parte. Además de los patios, se puede visitar un departamento de estilo modernista de principios del siglo XX.

El Belletage (en español “piso hermoso”) estaba originalmente reservado para los propietarios, inquilinos y empleados que vivían en los pisos superiores. Hoy en día, el Museo de Arte de la Fundació Catalunya – La Pedrera se encuentra en el Belle Etage. Los muros interiores de Casa Milà se pueden mover con poco esfuerzo, lo que fue posible gracias a una construcción de hormigón y acero, que no requiere muros que resistan carga, similar a lo que es habitual en los modernos edificios de oficinas de hoy en día.

El ático de la casa es inusualmente grande. En estas habitaciones se puede visitar una exposición sobre la vida de Gaudí y sus edificios. A través de música suave y proyecciones de diapositivas, te puedes sumergir en el fascinante mundo de Gaudí y aprender mucho sobre la morfología orgánica que este desarrolló.

Azotea de La Pedrera

El punto culminante de Casa Milà es, sin duda, la azotea. No sólo la extraordinaria vista sobre la ciudad atrae la atención de los visitantes, sino también las chimeneas, los shafts de ventilación y las escaleras, con sus imaginativos colores y formas. Algunas chimeneas parecen caballeros medievales custodiando el tejado.

En el ático se puede visitar el Espai Gaudí, un museo muy interesante dedicado a la arquitectura de Antoní Graudí y, por supuesto, la propia Casa Milà.

Historia de Casa Milà

La historia de esta casa comienza como la de todo edificio residencial. Un matrimonio llamado Milà decide construir una casa en su gran propiedad de 2.000 metros cuadrados en el noble Passeig de Gràcia. Debía convertirse en una casa especial, que destacara en el moderno barrio del Eixample.

Para construir una casa especial, se necesita un arquitecto especial. El marido, Pedro Milà, había escuchado hablar de Gaudí, un arquitecto muy exitoso e innovador. Acababa de reconstruir la casa de un hombre adinerado, Casa Batlló, que está en la misma calle. Milà contrató a Gaudí inmediatamente y le encargó el diseño de los planos de la casa. La construcción de la casa comenzó en 1906 y terminó cuatro años después.

Con sus numerosos detalles innovadores, es sin duda uno de los edificios modernistas más importantes y con seguridad, estarás de acuerdo conmigo en que es uno de los edificios más extraordinarios de Barcelona.

Si tienes la oportunidad, no dejes de visitar esta obra arquitectónica sin igual.

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